El vino un deleite de
la vida
Vino y licores en la mesa
Para
aprender sobre vinos no tenemos que ser enólogos. El vino es una bebida para
deleitarse en el y esta unido a la historia de la humanidad desde sus
comienzos.
Para
saborear un buen vino debemos comenzar por aprender sobre las diferentes clases
de vino y la forma de acompañar especialmente los alimentos.
Clasificación de los vinos
Hay dos ordenaciones
básicas para clasificar los vinos. Una es el lugar geográfico y el otro los de
los viduños con que se hace el vino. Estas ordenaciones o clasificaciones ya
surgen en las cartas de los vinos en restaurantes.
En Estados
Unidos los vinos son agrupados teniendo en cuenta el viduño y después de
elegido este, se pasa a la bodega que lo produce, que es muy importante a la
hora de elegir un vino, siendo que en Francia no se menciona este, sino el
lugar geográfico.
El viduño,
acompañado del lugar donde crece y la bodega, son las tres partes principales
para elegir un buen vino. Aunque se pueden clasificar por otras reglas entre
ellas el periodo del añejamiento, pero para comenzar a aprender lo mejor es
diferenciar un vino tinto de uno blanco o quizás los que sirven para preparar
las comidas y cual vino es el mejor para la carne o el pescado, conociendo las
temperaturas a que debemos servirlos, como que el vino blanco se bebe fresco y
los tintos a temperatura ambiente.
Partiendo de
este conocimiento primario, a medida que nos enamoramos de la vinatería y todas
sus deliciosas variedades, se pueden arriesgar a comenzar una pequeña bodega o
armario, para mantenerlos en el hogar.
Los vinos se
usan preferentemente como bebida, pero tienen una tradición desde tiempos
antiguos en afamadas recetas culinarias especialmente en los países del
mediterráneo.
El vino es
beneficioso para acrecentar el apetito, favorece el sueño y es tranquilizante
tomándose moderamente.
En grandes
dosis el vino es depresor del sistema nervioso y puede producir insomnio o un
sueño muy profundo y produce aminoración de la libido.
En forma
moderada beneficia al sistema circulatorio disminuyendo el colesterol malo y
aumentando el bueno. Reduce la diabetes mellitus tipo 2 y es un agente
medicinal para el sistema digestivo, y algunas más.
Pero la
función principal del vino es como acompañante de las comidas. Para
complementar una exquisita y bien elaborada cena, no hay mejor compañero que un
buen vino, elegido a gusto por cada persona que lo va a degustar.
Vino y licores en la mesa
El vino es sin ninguna
duda el complemento ideal para casi todos los platos que componen el menú.
Los diferentes platos
que se sirven quedaran realzados si
utilizamos el vino apropiado y a veces
es hasta conveniente variar el vino con cada plato.
Sin embargo las
tendencias gastronómicas actuales, están encaminadas a usar un vino que vaya
bien con todos los platos y la regla de vinos blancos con el pescado y tintos
con carnes no es tan estricta en la actualidad.
Consejos
que no pierden su vigencia
Se debe procurar
conservar los vinos en un lugar seco, fresco y oscuro. Descorchar con cuidado
las botellas, se debe girar el sacacorchos en lo posible y no girar la botella.
Si vamos a enfriar
vinos debemos usar la parte baja del refrigerador o un cubo con hielo y agua,
nunca debemos enfriarlas en el congelador.
Se deben utilizar en lo
posible copas transparentes y sin dibujos. Cuanto más fino el cristal mejor.
Las copas se deben
llenar tres cuartas partes, nunca más de hay.
Los
vinos tintos
Es el vino por excelencia.
Tiene una gama infinita de graduaciones y calidades.
Los vinos tintos jóvenes
y ligeros pueden servir para todo el menú, siempre que sean platos a base de
verduras, pescados blancos muy condimentados o azules, pollo, carne de res.
Los vinos más hechos,
con mayor cuerpo y graduación son más apropiados para un menú a base de pasta, carnes
rojas o cerdo y a temperatura ambiente a menos que el calor sea
excesivo.
Los
vinos rosados
Son vinos que rara vez
alcanzan gran calidad. Sirven para acompañar
casi todos los menús. Son ligeros, agradables y muy apropiados para las épocas
más calurosas del año.
Los
vinos blancos
Los gustos actuales se
decantan hacia los vinos jóvenes y afrutados. Para menús ligeros como por
ejemplo una sopa o crema seguida de un pescado o fiambre.
Hay también vinos
blancos secos de mayor graduación, que si los servimos bien fríos son el mejor
acompañamiento para pescados y mariscos y al igual que los vinos rosados
debemos servirlos a 5° ó 6° C.
El
Cava (Champagne)
Los vinos espumosos en
cava son un complemento ideal para cualquier menú sin ninguna clase de
excepción.
Debe ser un vino seco
(Brut o Brut Nature) y servirse bien frio. La costumbre de servir este vino a
la hora del postre esta desactualizada totalmente.
Antes
de las comidas
Es un hábito tomar un
aperitivo antes de comer. La recomendación es que en vez de tomar un trago
fuerte, se tome una copa de Jerez del vino que se vaya a tomar con la comida o
de Cava.
Esto con el fin de
conservar la sensibilidad gustativa y disfrutar más los platillos del menú.
El seco es el más
apropiado como aperitivo y puede tomarse ambiente o frio.
Después de haber
degustado una buena comida, nada más
agradable que un café o una copa.
Vino y licores
El vino es el principal invitado en una buena receta de cocina, no solamente para preparar algunos alimentos, sino también como acompañamiento a la hora de comer.
Hoy se va ha hablar sobre cuales son los vinos y licores que se utilizan para acompañar que comidas.
Vinos blancos y secos
Acompañan los pescados, pollo, escalopes y ternera.
Vinos blancos dulces
Para el pollo y las frutas frescas.
Vinos tintos
El pollo, la ternera, carnes de res, animales de caza y marinadas.
Jerez
Las sopas, pollos, ternera y para flambear.
Brandy
Para flambear, pate, deglacer.
Madeira
Jamón, carnes frías de res, salsas oscuras y braseadas.
Oporto
Melón, animales de caza, jamón y algunas salsas.
Los vinos y licores se utilizan como aromatizantes y como las especias deben ser de excelente calidad. Se usan principalmente para flambear y desglasar preparaciones.
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